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Sostenibilidad informativa y responsabilidad social
Después de haber leído a mi estimado compañero de aula de maestría Humberto Arnillas, me aventuro a profundizar en los cuestionamientos que plantea de manera inteligente y a la vez ingenua frente a la responsabilidad de los medios de comunicación social, en nuestro país.
Empero, para iniciar esta entrada quiero realizar una pregunta, que la hago a mis alumnos de segundo ciclo de comunicaciones, ¿qué es responsabilidad social? Muchos de nosotros hablamos muy seguido de este tema. Sin embargo, sabemos realmente qué significa. Citar diligentemente el término “responsabilidad social” supone un real conocimiento y entendimiento del mismo. Y aquí, Beto Arnillas, no me dejará mentir. Entonces, la respuesta a la pregunta es la siguiente:
“La Responsabilidad Social es el compromiso continuo de la empresa de contribuir al desarrollo económico sostenible, mejorando la calidad de vida de sus empleados y sus familias, así como la de la comunidad local y de la sociedad en general”.
Esta premisa no es mía, obviamente, pertenece al World Business Counsil for Sustainable Development – 2000. Y me parece un excelente punto de partida para empezar a entender claramente este concepto. Entonces, cuál sería la relación de esta premisa, -bastante administrativa y empresarial- para los medios de comunicación. Si analizamos –como buenos comunicadores que somos- cada oración que compone este concepto tendremos que: los medios de comunicación social –como empresa que son- deben comprometerse a contribuir en el desarrollo económico sostenible de nuestro país. Pero, ¿cómo?… asumiendo sus responsabilidades económicas con sus diversos públicos, entre ellas pagando sus impuestos al estado, pagando a sus trabajadores de acuerdo a ley, etc. Los medios también deben mejorar la calidad de vida de todos sus stakeholders, entre ellos, la sociedad y la comunidad donde se desarrolla, entonces, aquí es donde aparece un parecido, muy similar, con lo que se menciona en parte del artículo 14 de nuestra constitución:
“Los medios de comunicación social deben colaborar con el Estado en la educación y en la formación moral y cultural”.
Aquí es dónde debemos –como ciudadanos- exigir a los diversos medios y al propio estado que se haga respetar la ley. Pero, cómo podemos solicitar esto si muchos habitantes desconocen sus derechos. Los medios, los políticos y otros grupos empresariales conocen perfectamente esta falencia y la aprovechan en su beneficio. Aquí aparecen los “sinchis”, los periodistas de oficio y no de profesión, que, por su manejo mediático sobre diversos temas, pretenden soslayar los reales intereses periodísticos de todos los ciudadanos. Los que hemos trabajado en medios, sabemos perfectamente, que existen presiones en la estructuración de los contenidos periodísticos en todos los medios. Esta no es una práctica “montesinista” es una costumbre que se realiza desde hace décadas, solo que, gracias a este personaje –que se gravó cometiendo el delito- es que se conocen públicamente. Nadie se atreve a decir esto. Los propios periodistas se rehúsan a expresarlo abiertamente, empero, gracias a las tecnologías de la información y comunicación se abre una esperanza para los ciudadanos. Claro, de quienes pueden acceder a internet, pues son ellos los que podrán optar por información más transparente y a la vez conocer diversos puntos de vista sobre temas de interés nacional.
Debido a esto, algunos grupos mediáticos, políticos y empresariales, temen la expansión de la red a todos los sectores de la sociedad, pues esto significaría mayor conocimiento de informaciones, opiniones y demás, lo que generará un gran conflicto de intereses entre sociedad y estado.
Entonces, podríamos cuestionarnos lo siguiente, ¿cómo los medios de comunicación pueden generar sostenibilidad en su manejo periodístico? Los periodistas saben o entienden bien el concepto de desarrollo sostenible.
“Desarrollo sostenible es aquel que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones de satisfacer sus propias necesidades”
Este concepto de Comisión Brundtland, 1987, refiere un reto para la empresa periodística actual, la cual, debe buscar mayor transparencia, mejor investigación y perfeccionar la difusión de las informaciones que crea, y, que éstas no perjudiquen el desarrollo de las generaciones futuras. Por ejemplo, los medios de comunicación propagan o investigan claramente las propuestas de los diversos candidatos a las futuras elecciones municipales y regionales. Lo que ellos difundan hoy, afectará la vida de los que vendrán, y no solo de ellos, sino de los que seremos gobernados por estos. Aquí está engarzado el concepto de sostenibilidad informativa. Pero, ¿Se cumple? Y podría dar más ejemplos. Lo que está sucediendo en Cuzco, en Quillabamba, también tiene que ver con la responsabilidad mediática. Porque no se investiga realmente los diversos conflictos sociales que se dan en el país. La fuente, en este caso, la Defensoría del Pueblo mencionó en un informe del año pasado más de cincuenta conflictos sociales, acaso algún medio se preocupó por profundizar en las causas de estos. Y otra vez, podríamos referimos al artículo 14. Entonces, la pregunta es, realmente los medios de comunicación social del Perú, son socialmente responsables. La respuesta la debe generar cada uno de ustedes.
Para finalizar, debo manifestar que el problema en el manejo informativo no solo está asociado a intereses comerciales, sino también, a intereses políticos, que, lamentablemente coaptan la libertad del ciudadano para ser alguien con educación, que tenga valores y sepa realmente sobre su cultura. Pero, lamentablemente esto no vende, no genera publicidad, y, menos raiting, verdad. Somos conscientes de esto. Somos conscientes de lo que ven nuestros hijos a diario. Acaso hacemos algo desde nuestros hogares para que esto cambie. Esta respuesta también está en ustedes.